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viernes 11 de de 2024

Rusia e Irán Fortalecen su Alianza en Medio de Tensión Global

En un encuentro reciente dentro del marco de un foro de líderes regionales en Asjabad, Turkmenistán, los mandatarios de Rusia e Irán destacaron su afinidad en el ámbito internacional y se comprometieron a seguir fortaleciendo sus relaciones económicas y culturales. El presidente ruso, Vladímir Putin, subrayó la similitud de opiniones con su homólogo iraní, Masoud Pezeshkian, respecto a los acontecimientos mundiales en curso, reforzando la cooperación activa entre ambos países.

Pezeshkian, quien asumió la presidencia en julio, describió sus relaciones con Rusia como “estratégicas y sinceras” y se comprometió a ampliarlas para contrarrestar las sanciones impuestas por Occidente contra Rusia tras la invasión de Ucrania. En el encuentro se discutió el fortalecimiento de la cooperación militar, donde la comunidad internacional ha expresado preocupación por el posible suministro de armas iraníes a Moscú para su uso en Ucrania. A pesar de las afirmaciones del Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, sobre la adquisición de misiles balísticos iraníes por parte de Rusia, Teherán ha negado el envío de tales armamentos.

El marco del foro también sirvió para que Putin extendiera una invitación formal a Pezeshkian para visitar Rusia, lo que éste aceptó. Este encuentro será seguido de otra reunión programada en la cumbre de los BRICS, que se celebrará a finales de octubre en Kazán, Rusia. Allí, se espera que ambos países firmarían un acuerdo de asociación estratégica, tal y como mencionó Pezeshkian.

El posible acuerdo de asociación podría tener implicaciones significativas para el equilibrio geopolítico, señalizando un nuevo nivel de cooperación frente a las presiones occidentales. Este acercamiento además refleja la intención de ambos gobiernos de consolidar lazos más allá de las relaciones coyunturales, apostando por una alianza a largo plazo.

Estos movimientos de Rusia e Irán son observados de cerca por el resto del mundo, sobre todo teniendo en cuenta el contexto actual de tensiones geopolíticas y la guerra en Ucrania. Si bien este fortalecimiento de relaciones puede ofrecer beneficios mutuos a los involucrados, también plantea desafíos para la estabilidad regional e internacional en el medio y largo plazo.