El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, levantó recientemente una polvareda al afirmar que el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, desea fervientemente que la vicepresidenta Kamala Harris gane las elecciones presidenciales del 2024. Durante un mitin en Pennsylvania, un estado decisivo en las próximas elecciones, Trump describió a Zelenskyy como “el mejor vendedor de la historia”, refiriéndose a su habilidad para asegurar el apoyo financiero de Estados Unidos para la causa ucraniana en su lucha contra la invasión rusa.
La visita de Zelenskyy a una fábrica de municiones en Scranton, Pennsylvania, refuerza el compromiso de Estados Unidos con Ucrania y su resistencia a la agresión de Rusia. La planta ha incrementado la producción de proyectiles de 155 mm, una contribución que Ucrania ve como vital. “Cada vez que viene al país, se lleva 60,00 € mil millones… pero lo haría de manera diferente, buscaría la paz”, comentó Trump, prometiendo que, si es elegido, negociará un acuerdo de paz.
El empresario ha reiterado en varias ocasiones su deseo de poner fin al conflicto, aunque hasta ahora ha evitado dar detalles concretos sobre cómo lograr esa ambición, manteniéndose evasivo sobre si desea que Ucrania salga victoriosa en su embate contra Rusia. Durante el reciente debate presidencial, Kamala Harris cuestionó esta postura de Trump, afirmando que de estar él en la Casa Blanca, Putin ya tendría Kyiv e incluso Polonia en su mira.
Zelenskyy, sin referirse directamente a Trump, expresó que si los socios occidentales realmente desean la victoria de Ucrania, deben hacer todo lo posible para asegurar ese desenlace mientras los mismos actores políticos continúan en sus puestos de poder. El presidente ucraniano tiene programado reunirse próximamente tanto con Trump como con los actuales líderes estadounidenses, tras su intervención en la Asamblea General de las Naciones Unidas.
La elección de Pennsylvania para la visita de Zelenskyy tuvo una doble función: la de expresar gratitud al personal de la fábrica y también la de influir en la importante comunidad polaco-estadounidense del estado, compuesta por unas 750,000 personas. En este sentido, el viaje proporciona un apoyo tangencial a la campaña de Harris, quien busca asegurar el respaldo de este grupo electoral clave.
Esta disputa verbal entre Trump y Zelenskyy genera un nuevo foco de atención sobre la política exterior de Estados Unidos y su papel en el conflicto en curso en Europa del Este. Mientras tanto, la postura de Trump y su promesa de “llamar a Zelenskyy y a Putin” para cerrar un trato resuenan fuertemente entre sus admiradores, quienes ven en él a un posible pacificador. En un mundo donde la política y la diplomacia se entrelazan interminablemente, estas palabras no caen en saco roto, señalando la relevancia de mantener abiertos los canales de diálogo con todas las partes involucradas en el conflicto.