El ex Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha generado controversia con su audaz declaración de que Gaza podría transformarse en un enclave más opulento que Mónaco, siempre y cuando se reconstruya adecuadamente. La propuesta surge luego de que Israel llevara a cabo un año de ofensivas militares en Gaza, destruyendo gran parte de la región. Sus palabras se dieron durante una conversación con el presentador de radio conservador Hugh Hewitt, quien propuso la comparación.
En la entrevista, Trump enfatizó que Gaza cuenta con “la mejor ubicación en el Medio Oriente, el mejor acceso al agua, lo mejor de todo”. Esta afirmación fue avalada por sus experiencias como ex desarrollador inmobiliario, aunque el New York Times indica que no existen registros de que Trump haya visitado Gaza ni como presidente ni como empresario. Un portavoz de su campaña clarificó que Trump, en realidad, se refería a Israel, país que visitó durante su presidencia en 2017.
La idea de transformar el paisaje económico de Gaza no es nueva. Meses atrás, Jared Kushner, yerno de Trump, señaló el potencial del frente costero de Gaza, destacando que podría convertirse en una propiedad altamente valorada. Sin embargo, los desafíos son evidentes. Desde el inicio de la ofensiva israelí, alrededor del 25% de las edificaciones han sido destrozadas o severamente dañadas, según datos de la ONU.
Las consecuencias humanas son todavía más dramáticas. La ONU informa que más de 40,000 palestinos han perdido la vida y alrededor del 75% de la población ha sido desplazada, buscando refugio en medio de la crisis. La reconstrucción no será fácil, ni barata. Estimaciones del Banco Mundial y la ONU sitúan los costos en aproximadamente 18,5 mil millones de dólares para restaurar la infraestructura crítica.
Estas declaraciones han generado múltiples opiniones. Mientras algunos ven la visión de Trump como poco realista dada la situación actual de Gaza, otros creen que podría abrir oportunidades para futuras inversiones internacionales. Al final, aunque el camino para convertir a Gaza en un nuevo Mónaco pueda parecer largo y complicado, la perspectiva pone sobre la mesa conversaciones sobre el potencial económico de regiones afectadas por conflictos.