En un contexto de crecientes tensiones entre Beijing y Taipei, y con el telón de fondo de la guerra comercial entre la Unión Europea y China, la ex-presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, está programada para realizar una visita a Bruselas la próxima semana. Este viaje supondrá la primera ocasión en la que un exlíder taiwanés pise suelo de la capital europea, marcando un hito significativo en las relaciones entre Taiwán y Europa. Aunque el itinerario completo de Tsai se ha mantenido discreto, las autoridades taiwanesas han confirmado su presencia en Praga a finales de esta semana, con un posible paso también por Francia.
El objetivo de la visita a Bruselas es fomentar las relaciones con legisladores pro-Taiwán y expertos de think tanks, con la intención de proseguir con un vínculo amistoso y sustantivo entre Taiwán y Europa. Esta misión diplomática ocurre en un momento en el que Bruselas ha impuesto aranceles a vehículos eléctricos fabricados en China y ha visto cómo Beijing responde aplicando tarifas a productos europeos como el brandy francés, además de amenazar con medidas sobre la industria automotriz de Europa, así como sobre exportadores de cerdo y lácteos.
En el panorama militar, la situación es igualmente tensa. Se teme que Beijing, que ve al Partido Democrático Progresista de Taiwán, al que pertenecen tanto Tsai como el actual presidente Lai Ching-te, como defensores de la independencia taiwanesa, pueda lanzar nuevos ejercicios militares alrededor de Taiwán. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, manifestó su compromiso en julio de disuadir a China de invadir la isla.
Pese a que ningún país de la UE reconoce oficialmente la soberanía taiwanesa, insisten en su derecho a mantener intercambios económicos y culturales con Taiwán, reflejándose en el reciente establecimiento de una planta de semiconductores de TSMC en Alemania. Los esfuerzos para fortalecer la colaboración, especialmente en el combate a la desinformación con apoyo chino a la economía rusa, se intensifican en medio de estas tensiones geopolíticas.
La presión diplomática sobre el continente europeo se manifestó severamente cuando Lituania enfrentó restricciones comerciales desde China tras permitir la apertura de una oficina diplomática taiwanesa en 2021. Este endurecimiento de la postura europea frente a China se ve potenciado por la guerra comercial en curso. Así, la visita de la ex-presidenta Tsai no solo busca establecer lazos amigables, sino también enviar un mensaje claro: a pesar de las amenazas y presiones, Europa y Taiwán están comprometidos en mejorar sus relaciones.