La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha anunciado nuevas políticas de contratación para los comisarios entrantes, dirigidas a mejorar la diversidad en los equipos de alto nivel. Su objetivo es asegurar un equilibrio en la representación nacional, de género y de antigüedad en los gabinetes de los 27 comisarios. Este esfuerzo abarca no solo su equipo personal, sino a toda la estructura de gobernanza de la UE.
Por primera vez, todos los jefes de gabinete deberán pasar por un proceso de autorización de seguridad realizado por un país miembro de la Unión Europea. Esta iniciativa de seguridad muestra un nuevo nivel de escrutinio que se está implementando en el órgano ejecutivo de la UE.
El enfoque también establece que, al igual que en el 2019, cada gabinete debe tener un número igual de hombres y mujeres, con al menos cinco nacionalidades diferentes representadas dentro de los gabinetes de von der Leyen y sus principales vicepresidentes ejecutivos, y tres en los de rango más bajo. Sin embargo, ningún gabinete podrá tener más de dos miembros provenientes del país del comisario, con el fin de desalentar el nepotismo y promover una verdadera cooperación internacional dentro de la Unión Europea.
Aunque la política prevé una pequeña reducción en el número de personal de los comisarios más senior —cada uno de ellos pasará de tener 10 a nueve miembros— todavía buscan mantener una estructura que sea efectiva y ampliamente diversa.
Los comisarios dependen de sus gabinetes para avanzar sus agendas políticas en Bruselas, lo que les convierte en actores cruciales dentro del proceso de implementación de políticas. Estos cambios en las reglas de contratación significan un ajuste importante y es la primera vez que se modifican desde que Von der Leyen asumió el liderazgo en 2019.
Las naciones participantes han estado compitiendo durante meses para asegurar posiciones de influencia para sus ciudadanos en estos gabinetes, destacando la relevancia de estos ajustes para los futuros nombramientos. No obstante, la necesidad de una confirmación por parte del Parlamento Europeo en noviembre añade una capa adicional de complejidad en el arranque de sus mandatos.