La iniciativa de The Boring Company, conocida como el “Vegas Loop”, ideada por Elon Musk, ha enfrentado múltiples desafíos desde su conceptualización y ejecución. Originalmente diseñado como una solución de transporte futurista para la bullente ciudad de Las Vegas, este sistema subterráneo ha estado más en las noticias por los incidentes y desorden que ha ocasionado que por una revolución en la movilidad urbana.
Según los registros obtenidos por Fortune a través de una solicitud de información pública, al menos 67 incidentes de intrusión no autorizada se han reportado desde el 2022. Además, se han documentado 22 situaciones donde vehículos ajenos han seguido a un Tesla hacia zonas no permitidas. Aunque muchos de estos casos han sido clasificados como accidentes, con conductores que simplemente siguieron los Teslas por error, hay algunos más notorios, como un entusiasta del monopatín que se aventuró a explorar los túneles, e individuos hallados durmiendo en una de las estaciones. Los incidentes se han resuelto internamente con la intervención de la seguridad del sistema, aunque parece que la policía no ha sido notificada.
Asimismo, los informes mensuales de la Boring Company revelan frecuentes “daños a la propiedad, robos, problemas técnicos o incidentes cercanos a lesiones,” lo que subraya una cierta desorganización en varios aspectos del proyecto. Pero no solo los usuarios han sufrido percances, sino también los propios trabajadores durante la construcción del sistema. Entre los momentos más peligrosos se cuentan 36 reportes de lesiones entregados a la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA), variando desde agotamiento por calor hasta contusiones graves.
A pesar de este historial poco alentador, Las Vegas y el Condado de Clark parecen aferrarse a la promesa de un futuro más eficiente en términos de transporte. Tanto que, en mayo pasado, los comisionados del condado aprobaron un plan ambicioso para expandir el sistema de túneles a 65 millas, aumentando el número de estaciones a 69.
En conclusión, mientras que la noción de un sistema de transporte de alta tecnología sigue captando la atención y el apoyo institucional, queda claro que el camino hacia esa visión está repleto de obstáculos que deben resolverse para alcanzar los objetivos prometidos. Tanto los problemas de seguridad como los incidentes de intrusión reflejan la necesidad de mejoras significativas para que el proyecto cumpla con las expectativas iniciales. Nos queda por ver si el entusiasmo por el “Vegas Loop” puede llegar a transformar realmente el transporte en Las Vegas, o si simplemente seguirá siendo una promesa incumplida con consecuencias diarias.