En un giro inesperado en la saga MoviePass, Mitch Lowe, uno de los antiguos líderes de la empresa, ha admitido ser culpable de fraude en valores. Tras su inculpación en 2022 por el Departamento de Justicia, Lowe, exdirector ejecutivo de la compañía, se reconoció culpable de engañar tanto al público como a los inversores acerca de la sostenibilidad del servicio emblemático de MoviePass.
El plan “ilimitado” ofrecido por un módico precio de 9,00 € era, desde su inicio, una estrategia temporal diseñada para atraer suscriptores y elevar el valor de las acciones, como señalan los fiscales. La táctica incluía falsas declaraciones en comunicados de prensa, entrevistas y presentaciones ante la Comisión de Valores y Bolsa de Estados Unidos (SEC), articulando una supuesta viabilidad financiera a largo plazo que no existía en absoluto. Lowe afirmaba que la empresa podía alcanzar rentabilidad únicamente con las cuotas de suscripción y que poseía una innovadora tecnología capaz de convertir los datos de los clientes en ingresos.
Los fiscales también acusan a Lowe y a Ted Farnsworth, el antiguo CEO de la empresa matriz Helios y Matheson, de impedir que los suscriptores accedieran al prometido servicio “ilimitado”, habiendo resuelto con la Comisión Federal de Comercio (FTC) en 2021 las denuncias que alegaban la invalidación intencional de contraseñas para congelar cuentas de usuarios, bloqueándolos de conseguir sus boletos de cine.
La historia de MoviePass tuvo su punto álgido de colapso cuando tanto la compañía como su matriz declararon bancarrota en 2020. Tras su confesión, aunque Lowe aún no tiene una fecha fijada para la sentencia, permanece en libertad bajo fianza con una conferencia programada ante el tribunal en Miami para marzo de 2025, enfrentando una posible condena de hasta cinco años en prisión federal.
Por otro lado, Farnsworth sigue detenido. Después de haber sido liberado inicialmente bajo una fianza de un millón de dólares, los federales revocaron su libertad en agosto de 2023 tras acusaciones de malversar cerca de 300.000,00 € del patrimonio de la empresa. Parte de este monto se destinó a comprar un Cadillac valorado en 144.000,00 € y a cancelar un total de 147.000,00 € a su excnovio, conocido en un sitio de acompañantes, compaginando así una novela de desventuras empresariales y personales que acapara los titulares.
En una declaración a Variety, los abogados de Lowe describieron a Mitch como un hombre que busca reconciliarse con su pasado y rehacer su vida, reconociendo plenamente sus acciones.
En definitiva, el caso MoviePass refleja las sombras de la gestión empresarial mal habida, donde las ansias de prosperar caminos rápidos terminan guiando al abismo. En esta compleja narrativa, los giros legales y personales ofrecen una mirada reveladora de las intrincadas redes de engaño que una vez sostuvieron a la empresa que prometía revoluciar la industria del entretenimiento.