Fujifilm ha lanzado una cámara que promete revolucionar el mercado de cámaras de formato medio, la GFX100S II. Con muchas mejoras respecto a su predecesora, se posiciona no solo como una alternativa más económica que el modelo insignia GFX100 II, sino también como una opción destacada por sus capacidades fotográficas.
El diseño de la GFX100S II mantiene la forma y el peso casi intactos a comparación de su antecesora, marcando solo una ligera diferencia al pesar una onza menos. Su cuerpo es particularmente similar a una cámara sin espejo, proporcionando un manejo eficaz gracias a detalles como los dial de modos, selector de enfoque y un menú rápido. Además, el aumento en la resolución del visor electrónico a 5.76 millones de puntos, convierte el encuadre en una experiencia más nítida.
Entre sus innovaciones, la GFX100S II resalta con un sensor mejorado y un procesamiento de imagen que eleva el rendimiento de enfoque automático, superando las dificultades enfrentadas por aquellos que demandan precisión al capturar sujetos en movimiento rápido. También ha incrementado la velocidad de ráfaga a 7 fotogramas por segundo en modo de obturación mecánica, y aunque carece de un puerto CFexpress de alta velocidad, las tarjetas SD duales de UHS-II permiten un flujo continuo. Sin embargo, hay una reducción significativa en la calidad al disparar en ráfaga debido a la compresión a 14 bits.
Un notable avance se encuentra también en la estabilización de imagen integrada, que ahora ofrece hasta ocho paradas de reducción de movimiento. Esto se traduce en fotografías estables en condiciones de baja luz, permitiendo a los fotógrafos capturar escenas con detalles ricos sin necesidad de un trípode.
En cuanto a la calidad de imagen, la cámara ofrece una resolución incomparable con su sensor de 100 megapíxeles y una profundidad de color en RAW de 16 bits, lo que brinda un rango dinámico asombroso. Sus capacidades en condiciones luminosas adversas, junto con la ciencia del color de Fujifilm, la hacen ideal para quienes buscan precisión en los tonos de piel para retratos o para trabajos arquitectónicos detallados.
Los aspectos de video son limitados, con una grabación máxima en 4K 10 bits y un procesamiento de píxeles que reduce la nitidez. Esto posiciona a la GFX100S II como una herramienta principalmente fotográfica, más que videográfica, con capacidades suficientes para situaciones urgentes.
La GFX100S II refresca el panorama de las cámaras de formato medio al combinar calidad insuperable con un valor económico atractivo, ideal para profesionales de la fotografía que priorizan la calidad de imagen sobre la funcionalidad de vídeo. Sin embargo, si buscas una herramienta de vídeo más robusta o necesitas una capacidad de disparo continua superior, Fujifilm también ofrece sus modelos superiores u opciones como las de Sony y Canon. Así, la GFX100S II se convierte no solo en una protagonista para los profesionales del retrato, sino en una apuesta segura para aquellos que desean capturar la grandeza del arte con cada disparo.