HTC Vive ha lanzado su nuevo visor de realidad virtual y mixta, el Focus Vision, que marca un nuevo estándar en dispositivos de realidad virtual enfocada en el ámbito empresarial y para aficionados al VR. Siguiendo la línea de su predecesor, el Vive Focus 3, este nuevo dispositivo se ofrece a un precio de 999,00 € y viene cargado de características innovadoras que buscan consolidarse en el mercado de productos de alta gama.

Diseñado sobre la misma plataforma que el Vive Focus 3, el Focus Vision incluye monitorización ocular integrada que optimiza la experiencia visual. Sus cámaras frontales estereoscópicas de 16 megapíxeles no solo mejoran la calidad de la realidad mixta, sino que también ofrecen ajustes automáticos de distancia interpupilar, facilitando su uso compartido. Estas cámaras están posicionadas de forma similar a los ojos humanos, minimizando distorsiones.

El dispositivo cuenta con un kit opcional DisplayPort de 149,00 € para transmisión por cable, diseñado para optimizar experiencias de VR de alta demanda conectadas a PCs. Esto contrasta con Meta, cuya estrategia ha sido democratizar la VR haciendo dispositivos más accesibles, sin la misma prioridad en la rentabilidad. En cambio, HTC se dirige a aplicaciones empresariales y gubernamentales, como lo mostró el uso del Focus 3 en la Estación Espacial Internacional.

Si bien externamente el Focus Vision no se aleja mucho del Focus 3, con su formato similar al de auriculares tradicionales VR, es claro que HTC ha puesto esfuerzo en su diseño: ofrece un amplio acolchado que se adapta incluso a quienes usan gafas y un equilibrio óptimo gracias a su batería removible situada en la correa trasera del dispositivo.

Internamente, el dispositivo viene equipado con una pantalla LCD de 5K con una resolución de 2.5K por ojo, una tasa de refresco de 90Hz y un amplio campo de visión de 120 grados. Se estima que el soporte para 120Hz estará disponible a final de año mediante DisplayPort, fortaleciendo así sus capacidades visuales.

El visor también cuenta con una luz infrarroja que permite un seguimiento preciso de las manos en condiciones de poca luz, así como cuatro cámaras externas y un sensor de profundidad tradicional. Destaca su batería integrada para dar 20 minutos adicionales de carga en espera, permitiendo a los usuarios cambiar baterías sin interrumpir la inmersión en VR, un aspecto ideal para empresas con largos turnos de uso.

Este producto claramente apunta al mundo del gaming exigente. A diferencia de los dispositivos Quest de Meta que ofrecen feed de video comprimido, el Focus Vision garantiza una conexión directa al PC, eliminando latencias y artefactos de compresión.

Las experiencias de realidad virtual son envolventes, con un display nítido que facilita la lectura de texto pequeño, un punto especialmente valorado por usuarios especializados. A pesar de su limitada oferta de aplicaciones actuales en VivePort, las posibilidades para el diseño personalizado por parte de empresas se presentan vastas.

Disponible para pre-ordenar hasta octubre 17, HTC ofrece precios especiales para los primeros compradores que también podrán recibir el kit DisplayPort sin coste adicional. Las empresas pueden optar por un precio de 1.299,00 € que incluye una garantía adicional, mostrando el enfoque del dispositivo hacia un uso más formal y comprometido.

El diseño visionario de HTC plantea un ecosistema VR robusto para quienes pueden costeárselo y da indicios de una línea clara de evolución empresarial para la marca. Su compromiso con entregar experiencias más ricas y nítidas sigue siendo un pilar que atrae a un mercado cada vez más exigente.