La digitalización de la economía y el interés creciente por la sostenibilidad han impulsado la aparición de los Pasaportes de Producto Digital (DPP) como herramienta esencial para promover la economía circular a nivel europeo. Estos DPP, propuestos por la regulación de Ecodesign para Productos Sostenibles de la Unión Europea, están destinados a simplificar la revaluación, reparación y reciclaje de productos, integrando tecnologías como Identificadores Descentralizados (DID) y Credenciales Verificables (VC).
Los DPP buscan reducir el impacto ambiental proporcionando información detallada sobre la composición de los productos, facilitando así su reutilización y reciclaje. Este enfoque ayuda a prevenir la generación de residuos inútiles y fomenta un modelo de economía circular, un concepto que la Comisión Europea ha abrazado ampliamente.
El uso de DID y VC promete aportar fortaleza al sistema de gestión de DPP al implementar un control de identidad descentralizado y auto-soberano. En un sistema así, cada entidad, sea una persona o producto, lleva su propia identificación y gestiona su información a través de credenciales verificables, prescindiendo de organizaciones centrales que administren estas identidades. Tal implementación del DPP facilitaría la gestión de permisos de acceso a información relevante sobre el producto, incluyendo datos que la ley Europea permitirá a cada rol involucrado en el ciclo de vida de un producto.
Se espera que cada producto incluya un DID que contenga su información no cambiante en un documento persistente en registros verificables de datos (como blockchain), mientras que sus características variables, accesibles para ciertos actores relevantes en cada etapa, se gestionan mediante VCs. Estos sistemas prometen asegurar no solo el acceso a la información relevante, sino también autenticación y privacidad, previniendo fraudes en la manera en que se compartan los datos.
Dada la estructura jerárquica y descentralizada de DPPs, los costes asociados a su implementación se posicionan como un tema relevante a analizar. Sin embargo, se argumenta que su impacto económico se justifica en gran medida por los beneficios a largo plazo en términos de sostenibilidad y eficiencia económica.
La implementación de estos sistemas de pasaportes digitales conllevará una evolución en la producción y consumo de bienes en Europa, proporcionando un escenario más responsable, seguro y sustentable para consumidores y empresas. Este paradigma, diseñado bajo una óptica de sostenibilidad ambiental y eficiencia económica, abre nuevos horizontes para cómo gestionamos los recursos y cómo conceptualizamos la tenencia y uso de bienes.
Concluyendo, el DPP está destinado a convertirse en un pilar fundamental dentro de la innovación hacia una economía circular, y su éxito dependerá de cómo aprovechamos estas innovaciones tecnológicas para optimizar ciclos de vida de productos y maximizar su valor reusando y reciclando eficientemente en un futuro cercano.