La batalla legal entre Apple y Epic Games ha dado un giro inesperado, cuando el Magistrado Juez Thomas Hixson rechazó la reciente solicitud de Apple de extender el plazo para la presentación de documentos. Este requerimiento forma parte del proceso judicial donde Apple debe cumplir con los cambios impuestos en sus reglas de la App Store. Según los documentos del caso, Apple debía entregar una serie de archivos para satisfacer una orden judicial antes del 30 de septiembre. La empresa informó inicialmente que revisaría alrededor de 650,000 archivos. Sin embargo, en un informe posterior, la cifra se duplicó a 1.3 millones de documentos.
Pese al aumento drástico en el volumen de documentación, el juez Hixson dejó claro su postura firme al negar la extensión solicitada por Apple. La resolución judicial critica la aparente “mala conducta” de Apple y cuestiona por qué la empresa no mencionó previamente el incremento en los documentos durante los informes quincenales que ha presentado junto con Epic. Hixson, visiblemente escéptico, subraya que la enorme cantidad de recursos de Apple podría haber facilitado el cumplimiento del plazo original.
El juez incluso tildó la situación de “clásico riesgo moral”, insinuando que la estrategia de Apple podría tener implicaciones sobre su compromiso y responsabilidad en cumplir con las exigencias legales. Esta negativa de la corte subraya la importancia de la transparencia y la diligencia en la Cumplida etapa de un caso observado detenidamente por el mundo tech y legal.
A medida que este drama legal continúa desarrollándose, queda por ver cómo afectará la relación entre Apple, el sistema judicial, y otros gigantes tecnológicos que observan de cerca estas maniobras legales. No obstante, la reacción de la corte destaca la exigencia de integridad y eficacia por parte de las grandes corporaciones tecnológicas cuando se enfrentan a procesos legales. Este incidente podría sentar un precedente sobre cómo manejar futuras complicaciones en las relaciones corporativas y reguladoras.