La Comisión Europea, en un nuevo movimiento estratégico, ha desplegado su herramienta de inteligencia artificial similar a ChatGPT, bautizada como GPT@EC. Este desarrollo es una significativa incursión de la Unión Europea en el uso de aplicaciones de inteligencia artificial generativa, hasta ahora más conocida por su papel regulador en esta área. El propósito de esta iniciativa es apoyar al personal en la redacción de documentos políticos, una tarea que anteriormente dependía mucho de procesos más manuales.
El responsable de esta implementación es el Departamento de IT de la Comisión, DG DIGIT, que ha puesto en marcha este proyecto piloto. Según Phillipe Van Damme, Director General Adjunto de DG DIGIT, el nuevo sistema no sólo ayuda a crear borradores, sino que también permite resumir documentos, desarrollar ideas, e incluso generar código de software.
El lanzamiento de GPT@EC representa uno de los primeros intentos de la Comisión de emplear ai generativa en un ámbito corporativo europeo, asegurando que los beneficios de estas tecnologías también mejoren la efectividad operacional de la misma.
A pesar de los beneficios aparentes de este sistema, persisten preocupaciones sobre la seguridad de los datos. El marco establecido asegura que esta herramienta AI es gestionada desde el propio centro de datos de la UE, evitando así la exposición a plataformas de terceros que podrían representar riesgos de seguridad. Históricamente, cuando ChatGPT fue lanzado en 2022, muchas empresas reforzaron sus políticas de seguridad para mitigar los riesgos asociados con el uso de herramientas similares.
Este modelo AI, que también se alimenta de fuentes internas como el GPT@JRC, probado en el Centro Común de Investigación (JRC) de la Comisión, permite al personal escoger entre varios modelos de lenguaje, incluyendo Llama de Meta y ChatGPT de OpenAI, lo que proporciona flexibilidad y eficiencia en la gestión de documentos de la UE.
El proyecto actualmente es limitado solo a un grupo de empleados, sin embargo, se espera que en las próximas semanas sea extendido a todo el personal de la Comisión. Esta expansión es vista como un paso crucial hacia la modernización digital del Ejecutivo de la UE, usando herramientas tecnológicas para optimizar sus operaciones diarias.
Este avance subraya la creciente relevancia de la inteligencia artificial en las tareas administrativas y operacionales, no solo como un área de regulación, sino también como un componente activo en la mejora del funcionamiento institucional de la Comisión Europea.