El mercado de los rastreadores de actividad físicos asequibles está ganando terreno rápidamente al proporcionar características sorprendentes para el fitness a un precio increíblemente bajo. El Xiaomi Mi Band 8 se destaca con un precio de apenas 40,00 € superando las expectativas con una pantalla AMOLED vibrante, una batería que puede durar hasta 16 días, y una interfaz intuitiva que facilita el monitoreo de la actividad diaria. Ofrece detalles meticulosos sobre las zonas de frecuencia cardíaca y una función única “Pebble” para datos especializados sobre carrera y ciclismo.

Siguiendo la estela del Xiaomi, el Amazfit Band 7 se consolida como otra opción formidable. Con un precio desde 45,00 € no solo permite establecer objetivos personalizados de calorías quemadas, sino que su batería puede extenderse hasta 18 días. Un extra notable es el “Personal Activity Intelligence” (PAI), un sistema de puntuación basado en la frecuencia cardíaca que ayuda a monitorizar la salud cardiovascular.

Por su parte, el Fitbit Inspire 3, aunque más caro a 80,00 € suma funcionalidades clásicas para captar el ritmo cardíaco y evaluar el rendimiento de entrenamiento, aunque carece de un GPS integrado. Entre sus puntos destacados está el sistema “Active Zone Minutes,” que calcula el esfuerzo de cada sesión de ejercicio y los niveles de quema de grasa.

Otros dispositivos como el Wyze Watch 47c y el Garmin vivofit 4 quedan rezagados, ofreciendo meros rastreos básicos de pasos y distancia, y presentando interfaces poco user-friendly.

La tendencia hacia tecnología asequible con capacidades impresionantes es evidente. Sin embargo, hay que estar conscientes de que las funciones como el coaching en detalles de frecuencia cardíaca y métricas más avanzadas pueden estar reservadas detrás de suscripciones. Así todo, para quienes buscan lo esencial en un rastreador de actividad, este año se presenta con grandes propuestas y sorpresas. Sin duda, una revolución en la accesibilidad tecnológica al alcance de todos los bolsillos.