Meta ha lanzado recientemente el Quest 3S, un casco de realidad virtual que promete revolucionar el mercado con su precio competitivo de 300,00 €. Esta jugada estratégica de Meta supone una oferta más accesible sin sacrificar significativamente el rendimiento, una clave que podría posicionar este dispositivo como favorito entre los usuarios y desarrolladores.
El Quest 3S mantiene el mismo procesador Snapdragon XR2 Gen 2 que su predecesor, el Quest 3, y está equipado con 8GB de RAM, lo que garantiza un rendimiento fluido en aplicaciones y juegos complejos. Además, los controles táctiles se mantienen tan responsivos como en versiones anteriores, facilitando interacciones rápidas y precisas en el mundo virtual.
Externamente, el Quest 3S presenta un diseño ligeramente más voluminoso, con una matriz triangular de sensores al frente, diferenciándose de los tres módulos rectangulares de la versión anterior. Aunque carece del conector de 3.5mm, la necesidad de auriculares inalámbricos o un adaptador USB-C se justifica por su precio económico, argumentan los defensores de la practicidad y el ahorro.
Una de las áreas donde Meta ha recortado costes es en la óptica y pantalla. El Quest 3S utiliza lentes de Fresnel, notorias por generar un poco más de brillo o reflejos, y cada ojo recibe una resolución de 1,832 por 1,920 píxeles, emulando la calidad de imagen del Quest 2, en lugar de las cifras del Quest 3.
Durante pruebas iniciales, el Quest 3S se destacó por su capacidad para ofrecer una experiencia de realidad virtual envolvente. Incluso después de instalar varios juegos grandes, el dispositivo continuó operando sin desaceleraciones notables, aunque una ligera calidez fue perceptible, similar a su hermano mayor, el Quest 3.
El Quest 3S también ofrece una experiencia de realidad mixta suficiente para tareas sencillas, como leer mensajes en monitores o teléfonos. Sin embargo, la verdadera prueba vendrá con un uso más extendido para definir sus diferencias exactas con respecto al Quest 3.
En conclusión, el Meta Quest 3S podría muy bien ser una opción atractiva para aquellos que quieren sumergirse en la realidad virtual sin romper la banca. Su combinación de características avanzadas con un precio reducido resalta el enfoque de Meta para democratizar la VR, aunque los recortes en ciertas áreas deben ser considerados por los usuarios exigentes.