La empresa de neurotecnología, Neuralink, ha dado un gran paso adelante en su desafío por devolver la vista a personas con ceguera. El pasado miércoles, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) concedió la designación de “dispositivo innovador” a su implante experimental denominado Blindsight, lo que podría acelerar el desarrollo de esta tecnología de vanguardia.
Esta designación permite a los fabricantes interactuar activamente con expertos de la FDA durante la fase de revisión previa al mercado, facilitando así el abordaje de los temas mientras surgen. Además, la FDA da prioridad a la revisión de estos dispositivos innovadores, lo que puede suponer un impulso significativo en su desarrollo. En el año anterior, se otorgaron 145 de estas designaciones a dispositivos médicos dentro de este programa voluntario.
El implante Blindsight de Neuralink se distingue claramente de otro dispositivo de la misma compañía, el Telepathy, que permite a los pacientes con lesiones de la médula espinal controlar ordenadores con sus pensamientos. Este último ha permitido a pacientes realizar acciones tan cotidianas como jugar a videojuegos o diseñar objetos en 3D. Sin embargo, Blindsight tiene un cometido más ambicioso: devolver la visión a aquellas personas que la han perdido, incluso si han perdido ambos ojos y el nervio óptico, siempre y cuando la corteza visual esté intacta.
Elon Musk, fundador de Neuralink, declaró que aún están en las primeras etapas de desarrollo, comparando la resolución inicial con los gráficos de Nintendo de los años 90. No obstante, mostró optimismo al señalar que, en el futuro, la resolución podría superar la visión normal e incluso permitir la visión en longitudes de onda no visibles a simple vista, como infrarrojos, ultravioletas o incluso radar.
Las expectativas en torno a Blindsight son altas, pero Neuralink todavía tiene un largo camino por recorrer para lograr la restauración total de la visión. Un punto de controversia resulta ser el uso de prácticas experimentales en animales, algo que ha sometido a la compañía a investigación federal. Musk defendió en marzo que ningún mono ha sufrido muertes o lesiones graves por los dispositivos de Neuralink.
A pesar de las altas esperanzas depositadas en Blindsight, no es la única compañía que intenta desarrollar tecnología de implantes para restaurar la visión. Por el momento, según informa TechCrunch, es cuestionable que el dispositivo pueda ayudar a aquellos que nacieron ciegos, ya que estas personas no han desarrollado la capacidad biológica de ver a través de sus ojos, siendo un objetivo que, aunque prometedor, sigue enfrentando desafíos técnicos y biológicos significativos.
Con esta apuesta, Neuralink se posiciona a la vanguardia de la interfaz cerebro-computadora, desafiando con audacia lo que se creía posible por la ciencia médica contemporánea. La designación del Blindsight como “dispositivo innovador” es, sin duda, un espaldarazo a las aspiraciones de Musk y su equipo por revolucionar el campo de la restauración visual.