La empresa sueca de baterías Northvolt ha anunciado una drástica reducción del 25% de su plantilla en Suecia, lo que equivale a 1,600 puestos de trabajo. Esta decisión es una respuesta directa a la disminución en las ventas de vehículos eléctricos, que ha recortado la demanda de baterías. La mayoría de estos despidos afectará a las instalaciones en Skellefteå, lugar destinado a la expansión de una gigafábrica con capacidad para producir 30 gigavatios de celdas anualmente. Sin embargo, este proyecto ha quedado suspendido por tiempo indefinido.
Además, Northvolt también reducirá sus operaciones en su centro de investigación y desarrollo en Västerås. Según el CEO de la compañía, Peter Carlsson, estas difíciles decisiones son cruciales para el futuro de la empresa. Estos acontecimientos no solo impactan a Northvolt, sino que también representan un revés para la estrategia industrial de Europa en su intento por mantener su liderazgo en el sector automovilístico.
La Comisión Europea ha estado presionando para firmar acuerdos con países terceros que garanticen el suministro de materias primas críticas para las baterías de vehículos eléctricos. Northvolt es el fabricante de baterías que abastece a los automovilistas europeos, en competencia con gigantes chinos como CATL y BYD, y los fabricantes tradicionales como Panasonic y Samsung.
No obstante, las disminuciones en las ventas de vehículos eléctricos han afectado los pedidos a Northvolt. Un ejemplo de esta situación es la cancelación del pedido de €2 mil millones por parte de BMW, hecho que catalizó la crisis dentro de la empresa de baterías. Además, Volkswagen, el mayor accionista de Northvolt, se enfrenta a sus propios problemas financieros.
A pesar de los desafíos, este hecho evidencia la importancia de que Europa se fortalezca en la producción de baterías y asegure el suministro de recursos esenciales. Los próximos movimientos de Northvolt serán cruciales para determinar el futuro del mercado automovilístico europeo y su capacidad para competir a nivel global.