Un equipo de ingenieros y académicos ha diseñado un marco cuantitativo para optimizar las capacidades de las baterías de vehículos eléctricos (VE), enfrentándose a los retos que suponen los costos de compra inicial y la inconveniencia de carga. Este estudio proporciona una base novedosa y meticulosa que aborda estos parámetros cruciales influyentes en la adopción de los VE a gran escala.
A través de un análisis minucioso, se observó que, aunque las baterías más grandes reducen la inconveniencia de carga, los beneficios resultantes disminuyen significativamente después de alcanzar cierta capacidad. En esencia, las capacidades óptimas de baterías que minimizan tanto el costo del vehículo como la inconveniencia de carga son menores de lo esperado. Esto reafirma la eficacia de invertir en infraestructura de carga, ya que puede llevar a capacidades de batería más pequeñas y sostenibles, evitando el “problema de obesidad del VE” que incrementa el costo y peso del vehículo.
El análisis incluyó simulaciones de tráfico que evaluaron las capacidades de la batería junto con la infraestructura de carga, hallando que el incremento en la infraestructura puede desplazar las capacidades de batería óptimas hacia valores más pequeños. Esto tiene implicaciones significativas para diseñadores de sistemas de VE, planificadores urbanos y responsables de políticas que buscan soluciones efectivas y convenientes para la movilidad eléctrica.
Por otro lado, el costo de las baterías de vehículos eléctricos se ha reducido significativamente desde el 2007, pero aún los costos iniciales son un obstáculo para los compradores, dado que exigen un gasto mayor en comparación con los vehículos de motores de combustión interna. Este obstáculo, combinado con las dificultades de carga prolongada, desanima a potenciales usuarios.
El marco de optimización desarrollado tiene también la capacidad de estimar los efectos que podrían tener las inversiones en infraestructura de carga y programas de impuestos o incentivos, proporcionando información valiosa que puede guiar a los fabricantes y urbanistas en la dirección de un transporte más sostenible.
Concluyentemente, este enfoque integral revela que, para las ciudades, sería más beneficioso enfocarse en mejorar la infraestructura de carga para facilitar la adopción de vehículos eléctricos, abandonando el enfoque actual que pondera sobre la ampliación de las baterías de los vehículos. Este estudio ofrece un camino hacia la adopción eficiente y sostenible de VE, alineando los intereses de manufactura con los de sostenibilidad.