Porsche ha emitido un recall que afecta a más de 27,000 vehículos Taycan debido a un posible riesgo de cortocircuito en uno de los módulos del bloque de celdas de la batería. Esta acción ha sido impulsada por la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras, que ha identificado un peligro potencial en “ciertos” vehículos Taycan lanzados entre los años 2021 y 2024. Sin embargo, Porsche aún no ha conseguido determinar con exactitud qué unidades están afectadas por el defecto.
A raíz de esta incertidumbre, la firma alemana ha instruido a los propietarios de Taycan fabricados entre el 21 de octubre de 2019 y el 1 de febrero de 2024 a acudir a los concesionarios para que las baterías de sus coches sean sometidas a un cuidadoso control con un software de diagnóstico especializado. Como medida preventiva, Porsche ha solicitado a los conductores mantener la carga de las baterías por debajo del 80% hasta que éstas sean evaluadas detenidamente por los mecánicos de los concesionarios autorizados.
Este inconveniente recuerda a lo que enfrentó Chevrolet con su Bolt eléctrico, que también experimentó un recall similar en 2021 debido a un riesgo por incendio, llevando al fabricante a sustituir las baterías de los modelos entre 2017 y 2019, lo que supuso un gasto significativo de 1.800 millones de dólares. Este problema culminó con el cese de producción de los vehículos Bolt y un acuerdo en el que los propietarios que adquirieron Bolts entre 2020 y 2022 recibieron una compensación de 1.400,00 €.
El caso del Porsche Taycan pone de manifiesto los desafíos persistentes en la batería, un componente esencial y a menudo complicado en el desarrollo de vehículos eléctricos. La rápida respuesta de Porsche para minimizar los riesgos potenciales para sus clientes subraya la importancia de la seguridad, aunque se enfrentarán a repercusiones económicas y de reputación en caso de que el problema sea generalizado.
La situación, además de plantear paralelismos con los problemas del Chevy Bolt, impulsa a los fabricantes de automóviles a reconsiderar y reforzar su enfoque hacia la seguridad de las baterías en los vehículos eléctricos. Será crucial para Porsche, y la industria en general, aprender de estas experiencias para mejorar la seguridad y confianza del consumidor en los vehículos eléctricos del futuro.