Sony sigue avanzando en el mundo del gaming competitivo con la introducción de sus nuevos monitores Inzone, el M9 II y el M10S, dirigidos especialmente a gamers de FPS y usuarios de PS5. Tras su inicial incursión en este segmento con los Inzone M3 y M9 en 2022, Sony busca afianzar su presencia con estas últimas incorporaciones, que reafirman su compromiso por proporcionar pantallas de calidad para esports.
El Inzone M9 II es una evolución del modelo anterior, mejorando algunas de sus especificaciones. Este monitor de 27 pulgadas presenta una resolución 4K IPS con una tasa de refresco de 160Hz, superando los 144Hz de su predecesor. La respuesta rápida se mantiene en 1ms GtG, y la luminosidad se incrementa a 750 nits, complementada con la certificación VESA DisplayHDR 600 para asegurar contenido HDR vibrante.
Una de las críticas al M9 fue su trípode poco práctico que ofrecía poca flexibilidad. Ahora, con el M9 II, Sony ha incorporado un soporte de disco giratorio, que permite ajustes de altura, inclinación y giro, además de ocupar menos espacio en el escritorio. Esta mejora es especialmente ventajosa para los propietarios de PS5, ya que los monitores Inzone pueden cambiar automáticamente al Modo Cine cuando se detiene la sesión de juego para ver películas.
El protagonismo se lo lleva el Inzone M10S, que destaca por su panel OLED de 27 pulgadas y resolución 1440p. Con una asombrosa tasa de refresco de 480Hz, aunque pocos juegos lo soportan aún, y un tiempo de respuesta de 0.03ms GtG, este monitor es un tesoro para los gamers exigentes. Además, cuenta con una luminosidad HDR de 1,300 nits y la certificación DisplayHDR True Black 400.
En el proceso de desarrollo del M10S, Sony colaboró con el equipo Fnatic de Valorant, quienes proporcionaron valiosos consejos que se incorporaron en los modos de imagen: FPS Pro+ y FPS Pro. Este último simula monitores LCD antiguos para quienes prefieren esa estética clásica, mientras que el modo Pro+ resalta a los enemigos para facilitar el juego competitivo.
Otra innovación del M10S es su sistema de disipación de calor, un diseño multicapa pasivo formado por placas de aluminio y almohadillas térmicas, optimizando así la reducción de burn-in.
Ahora, los gamers pueden elegir con libertad entre los dos modelos. El M9 II está disponible en el mercado por 800,00 € una cifra competitiva frente a su predecesor, mientras que el M10S, con sus especificaciones de vanguardia, cuesta 1.100,00 €. Estos precios, junto a sus innovadoras características, posicionan a ambos monitores de Sony como opciones destacadas en el ámbito del gaming de alto rendimiento. Así, Sony no solo mantiene, sino que refuerza, su interés por proporcionar equipos que satisfagan las altas expectativas de los usuarios más exigentes.