La Administración Federal de Aviación (FAA) ha anunciado que SpaceX podría enfrentar sanciones superiores a los 630.000,00 € por presuntas violaciones de seguridad durante lanzamientos espaciales realizados en el año 2023. Estas sanciones, si se aplican en su totalidad, sumarían 633.009,00 € según un informe difundido por la FAA.
Las acusaciones se refieren a dos lanzamientos distintos efectuados por SpaceX en 2023. El primero tuvo lugar el 18 de junio, como parte de la misión PSN Satria, desde la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral. Para este lanzamiento, SpaceX solicitó permiso a la FAA para modificar su sala de control de lanzamientos y eliminar un procedimiento de verificación de preparación final conocido como “T-2 horas”. Sin embargo, dichas modificaciones no fueron aprobadas por la FAA, que informó a SpaceX de esta decisión el 15 y el 16 de junio, días antes del lanzamiento. A pesar de la negativa, SpaceX prosiguió con el lanzamiento utilizando la sala de control no autorizada y omitiendo el procedimiento T-2 horas.
El segundo incidente ocurrió el 28 de julio durante los preparativos para la misión EchoStar XXIV/Jupiter en el Centro Espacial Kennedy en Florida. SpaceX había solicitado la construcción de una nueva estación de propulsantes para cohetes, un cambio que tampoco fue autorizado por la FAA. No obstante, SpaceX procedió a utilizar esta nueva instalación no aprobada durante el lanzamiento programado.
Como consecuencias de estos dos incidentes, la FAA ha propuesto multas de 175.000,00 € por cada violación del 18 de junio, mientras que el incumplimiento del 28 de julio podría resultar en una multa de 293.009,00 €. Se ha otorgado a SpaceX un plazo de 30 días para responder a estas acusaciones por escrito. La compañía tiene la opción de celebrar una conferencia informal con un abogado de la FAA o presentar información adicional para sustentar su defensa.
Por su parte, Elon Musk, CEO de SpaceX, no se ha quedado de brazos cruzados. En su cuenta de X (anteriormente Twitter), ha anunciado su intención de llevar a cabo una demanda contra la FAA, argumentando que las multas propuestas representan un “abuso regulatorio”.
Este incidente ha reavivado la conversación sobre el equilibrio entre la regulación gubernamental y la autonomía de las compañías privadas en la carrera espacial. La responsabilidad de garantizar la seguridad en los lanzamientos espaciales es crucial, pero también lo es el papel de las innovadoras empresas tecnológicas como SpaceX para avanzar en la exploración del espacio. Será interesante seguir el desarrollo de este caso y las repercusiones para la industria espacial en general.